domingo, 25 de agosto de 2013

El Club del Kimono Reunión del mes de agosto 2013 y espectáculo






En el día de ayer, sábado 24 de agosto nos reunimos en nuestro encuentro mensual.


Este mes no había festividades, solo en algunas regiones de Japón se celebraba el Obon que en otras zonas se realiza en el mes de julio.

Recibimos a una nueva integrante, Luz muy joven, bonita y muy simpática.


Trabajamos en el arte de envolver, tzutzumi. Se trabajó con mucho cuidado y alegría para realizar el envoltorio que nos muestra Lena.




Después, Sophy  comenzó con la rutina de Gym Nihon Buyo.




Finalmente, nos dedicamos a nuestro ocha acompañado por los tradicionales sembei y también por un exquisito bolo de Pernambuco traído por Lena y Michiaki, Irazema aportó sus delicadas semillas de chocolate rellenas con licor, pasas de uva y galletita.

Pasamos una hermosa tarde en nuestro lugar de encuentro pero aún no habíamos terminado nuestra reunión, de allí nos fuimos a un teatro de la zona próxima a Plaza Libertad para asistir a la representación de Araragi.




Es un musical japonés cuyo mensaje es muy actual:" quien no aprende del pasado y de los que sufren, aunque tenga presente no avanzará en el futuro".

Esta obra, un musical japonés , fue presentada en Tokio en 2012 a los niños de Fukushima para alentarlos y para aprender nosotros de ellos.



La obra estuvo representada por alumnos del Instituto de Artes y Danzas Kayanoki que fue fundado en 1970, por el actual director Hiroyuki Hirata que sigue la tradición de su maestro Hirata Manso San quien repetía que el arte y la danza son un camino para el desarrollo espiritual. Enseñó: "dar la vida a cada momento, no guardarse nada para después. Que somos jóvenes mientras tengamos ganas de aprender y mejorar. Los que aceptan el sufrimiento, son los que generan la verdadera compasión. Agradecer es la manera de purificar nuestro espíritu".



Los jóvenes intérpretes fueron fieles a las enseñanzas de Manso San, no se guardaron nada, dieron todo de sí mismos. les comentamos que nosotros fuimos a la segunda función, la de las 20 hs.; habían tenido su primera función a las 16 hs.

                                   

Al terminar la función, esperaron al público que salía de la función y ellos, los intérpretes nos agradecían a nosotros y entregaban como recuerdo un  tzuru.

Disfrutamos, nos emocionamos, aprendimos de la tradición, de la cultura y de la modernidad de la obra acercándonos a un mundo muy diferente al del arte y la danza de occidente.

Gracias......!!!!!!!


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