El kimono irradia su verdadera belleza solo cuando es vestido, es en ese momento que aquel que lo viste comienza a sentirse afortunado.
La vestimenta occidental, sea ya de
confección o a medida, es variada en formas, diseños y tallas. La forma está conformada antes de que una persona la vista. Los accesorios personalizan la prenda.En el kimono, se da todo lo contrario.
Desde el más formal al más informal, todos tienen la misma forma.
Es posible hablar de la forma de un kimono,solamente, después de ser vestido.
En otras palabras, es el que lo viste , de acuerdo a su competencia, el que crea la forma.
Esta es la potencial atracción que expresa la personalidad del que lo viste, lo que hace del kimono, algo tan diferente de la vestimenta occidental.
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